Por sus venas circula el amor por la natación, su talento en las piscinas, heredado de su madre, lo ha convertido en un deportista dedicado, pero, sobre todo, apasionado. Nacido en Bogotá un 13 de abril de 1994, Brayan Mauricio Triana emprendió un proyecto de vida hace catorce años de la mano de su pasión más grande, nadar.
A los trece años Brayan quedó invidente debido a un desprendimiento de retina, en un 50% también heredado, “mi mamá es invidente, mi tío es invidente, mi abuelo es invidente” dice, y pese a esto, seguramente por el ejemplo de su madre, asegura que el deporte siempre ha corrido por sus venas.
“Mi mamá también fue nadadora durante 25 años, en discapacidad visual también. Yo empecé a los 13 años, se me dieron las condiciones y comencé a entrenar el deporte de alto rendimiento. A los 15 años fui campeón mundial juvenil, a los 16 años fue mi primer Mundial, a los 18 estuve en mis primeros Juegos Paralímpicos, entre muchos otros logros deportivos”, aseguró Triana.
Durante su carrera, Brayan ha aprendido bastante, “es todo un proyecto de vida”, afirma. Es por eso que para él, el deporte lo es todo, “a mí me motiva a superarme, salir adelante y forjar un futuro, este deporte te permite desde conocer la gloria deportiva, y lo más bonito, como lo que es ponerse una medalla”, manifestó el atleta.
Sangre de emprendedor
Es por ello que, con el ejemplo de su figura materna desde niño, Brayan Triana conoce bastante sobre seguir los pasos y apoyarse en su mamá para la vida, e incluso, para los negocios:
“Soy una persona emprendedora, desde los siete u ocho años apoyé a mi mamá en su trabajo. La ayudé en una comercializadora que teníamos en la ciudad de Bucaramanga, vendíamos bolsas y todo tipo de producto alusivos a la época del año”, allí es donde cultivaría su lado más emprendedor.
Brayan Triana
A los 15 años Triana asumió el liderazgo de la empresa de su madre, ya que ella trabajaba como maestra y sus horarios se cruzaban. Desde entonces ha llevado su vida enfocada en tres pasiones, la natación, el emprendimiento y la música:
“Me quedé con la empresa de mi mamá hasta que me vine a vivir a Bogotá, en el transcurso de la vida he venido llevando el deporte con la parte empresarial y musical. Soy músico, percusionista y pianista.
He trabajado con varias agrupaciones y he grabado también. Actualmente trabajo con una de las mejores orquestas de la ciudad y tengo una empresa que se llama comercializadora Triana mesa T&M”, expresó.
Con estas tres aristas en su vida, que afirma, “han sido duras de manejar, pero gracias a Dios hemos podido hacer bastantes cosas en todos los campos de la mejor manera”, Brayan emprendió un nuevo proyecto con su negocio, que estará enfocado en bioseguridad, seguridad industrial y logística.
Los tres lados de la moneda
Adicionalmente, ahora Triana fue nombrado presidente de la Asociación Departamental para Personas Ciegas de Cundinamarca (ASOCUNDI), una nueva experiencia significativa para su vida.
Con todo esto, queda claro que en sus proyectos y emprendimientos todo va muy bien. Quizá esto se debe a que para cualquier situación Brayan responde con una sonrisa y la frase, “hay que salir adelante”.
Por ello afirma que la forma en la que se dio su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, marcó un hito en su carrera y representó un reto grandísimo del que afortunadamente salió victorioso.
“El año pasado tuve COVID, en junio del 2021. Teníamos Tokio en agosto y mes y medio antes de competir estaba en una cama con antibióticos y medicamentos. Eso me dejó muchas afecciones físicas, pero aun así llegué allá, y alcancé a entrar a la final, mi segunda final Paralímpica. Es un momento donde le gané la batalla a la vida y a las circunstancias, esto tiene un significado grandísimo por haberme enfrentado a todo eso y haber logrado mis objetivos”, contó el Para nadador.
Brayan Triana
Brayan Triana: «en la discapacidad hay talento»
Y es que, al hablar de sus sueños, Brayan es muy decidido, “quiero dejar una huella para otras generaciones que vienen en camino y conocer diferentes países”, además de otros proyectos que quiere conseguir paso a paso junto a su familia y a su amor por las piscinas.
Por lo anterior es que Triana se siente motivado y encuentra en la vida misma una razón para ser feliz, por ello, finaliza enviando un mensaje a los jóvenes, y, sobre todo, a aquellos que estén pasando por circunstancias difíciles:
“Luchen por sus sueños, si tienen una meta trabajen todos los días por cumplirla, no es fácil, hay que tener disciplina y responsabilidad, pero si quieren, pueden. Hay una frase que me gusta mucho y la repetimos nosotros los deportistas: “discapacitado es aquel que teniéndolo todo, no hace nada por su vida”, finiquitó.
Brayan Triana
Lo más reciente: Andrés Felipe Orjuela, rompiendo barreras
