Por el carril 8 del estadio Olímpico de Tokio salió un rayo de esperanza. Con 20 años, Jean Carlos Mina quería estar en el podio de los 100 metros clase T13. «Me dije a mí mismo: ya estoy aquí, llegó tu momento de resolver esta situación», mientras sonreía a las cámaras de la transmisión de las justas mientras su nombre sonaba en los altavoces del escenario.
Al frente, rivales como Jason Smith de Irlanda, Isaac Jean – Paul de Estados Unidos y Johannes Nambala de Namibia, quien le había ganado en el heat clasificatorio en la jornada de la mañana, tenían el rótulo de favoritos para esta modalidad del para atletismo.
Máxima concentración y con el disparo, el rayo explotó. Sacó a flote su fuerza, su potencial y en el camino, dejó al estadounidense, al namibio y buscó entrar en la pelea por el oro, pero Smith y Skander Djamil Athmani, de Algeria fueron superiores por tres décimas de segundo.
No obstante, la alegría de Jean Carlos fue inmesurable tras cruzar la línea de meta. «Me siento muy orgulloso, es una medalla que se consiguió con mucho esfuerzo y dedicación. Le doy las gracias a muchas gracias a mi entrenador Jonathan Montaño, al profe Alonso, a todo el equipo biomédico, a mi psicólogo. Estoy feliz y voy a seguir trabajando por el sueño dorado».
La bandera en las manos, la sonrisa del alma y la foto con los otros campeones. Son sus primeros Juegos Paralímpicos, una medalla que le dedica a su héroe, su mamá. Y luego del podio, dio gracias a los colombianos que madrugaron a acompañarlo en su momento de gloria. «Esta medalla es tuya, Colombia».
Nació el jaguar del para atletismo colombiano. Un joven que se proyecta para seguir haciendo historia en el deporte paralímpico de nuestro país.