Fecha de Nacimiento: 7 de mayo de 1976
Ciudad de origen: La Tola, Nariño
Medallas ganadas en otros Juegos Paralímpicos: No registra
Para Fabio Torres, el 2021 es un año de ensueño. Dos medallas de oro y una de plata en las Copas del Mundo de Para powerlifting que se celebraron en Bogotá, Georgia y Dubái, lo llevaron a conseguir un cupo en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Además, lo ubicaron en el cuarto puesto del ranking mundial en la categoría de los 97 kilos.
Las preseas logradas en el primer semestre, se suman al oro de la Copa Mundo de Fortaleza, en Brasil 2015. La plata en los Parapanamericanos de Toronto de ese mismo año y los bronces de la Copa Mundo de México 2017 y Kazajistán 2019.
Claro que esta no será la primera vez que el hombre de La Tola, pero criado en Cali, esté en las máximas justas deportivas del paralimpismo. Río 2016 fue su debut en la cita mayor, y aunque no alcanzo el resultado esperado, la experiencia que ganó le permitió evolucionar como deportista y convertirse en uno de los mejores del mundo.
Pero llegar hasta aquí ha requerido de la superación de procesos complejos. Después de que en el 2008 una mina antipersonal lo llevara a perder la pierna izquierda, Fabio comenzó un trabajo psicológico de 9 meses y que se apoyó en el deporte. Fue entonces cuando probó en disciplinas como la natación, el voleibol sentado y el atletismo, pero fueron las pesas las que lo enamoraron.
La práctica del Para powerlifting comenzó como una actividad que le permitió ver la vida de manera diferente, y aunque en un principio no imaginó tener el recorrido deportivo que ha llevado hasta ahora, la evolución que demostraba con el paso de los entrenamientos lo llevó a soñar en grande.
Fabio se retó a sí mismo y se impuso nuevas metas. Objetivos que logró cumplir y que lo convirtieron en uno de los mejores de la disciplina, al punto, que en 2013 fue invitado a integrar la Selección Colombia por primera vez. A partir de ese momento, su carrera deportiva no ha parado de crecer.
A la par de las pesas, tiene otra pasión: el fútbol. Es tanta su devoción que en la prótesis tiene el escudo del América de Cali, el equipo de sus amores. Trata de no perderse ningún juego del cuadro escarlata, pero cuando no puede verlos, encuentra la forma de enterarse de los resultados del conjunto rojo.
Es el mayor de siete hermanos y padre de seis hijos. Además, como buen nariñense, es devoto de la Virgen de Las Lajas, a quien antes de cada competencia se encomienda, y claro, aprovecha para pedirle que le conceda una victoria más.
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