“Durante la pandemia me contagié de Covid 19. Estuve por más de dos meses y medio en cama y sinceramente pensé que me iba a morir. Sin embargo, gracias al apoyo de mi familia, amigos y otras personas pude superar el virus”, indicó William Jiménez, el mejor entrenador de Para natación del país, que en el mismo año en que venció a la enfermedad también conquistó suelo japonés en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
William David Jiménez Niño es un entrenador de la Selección Colombia de Para natación. Nació el 29 de diciembre de 1955 en Soatá, Boyacá y a sus 65 años de edad destaca por su trascendencia, experiencia y logros alcanzados en el deporte paralímpico colombiano.
Su familia está conformada por su esposa Blanca Inés Corso Rueda, sus hijos William Giovani y David Eduardo, y sus nietas Mila y Sara.
Estudió Licenciatura en Educación Física en la Universidad de la UPTC de Tunja, Sociología y Economía en la Universidad Cooperativa de Colombia, tres especializaciones en Docencia Universitaria, Gerencia de Marketing y Bioneuroemoción.
Así mismo, logró el título de Entrenador Nacional en la Escuela Nacional del Deporte y una maestría en Planeación y Desarrollo Rural en la Universidad Pontificia Javeriana. Actualmente, está terminando una maestría en Entrenamiento Deportivo en la Fundación Universitaria Iberoamericana de Colombia.
Desde muy pequeño tuvo interés por el agua, pero su primera experiencia no fue precisamente buena. “Tenía 5 años de edad y me llevaron a un paseo de río. Una vez allá yo veía que todos caminaban sobre el agua entonces se me hizo fácil hacer lo mismo, pero cuando entré al agua empecé a ahogarme porque no sabía nadar”, afirmó Jiménez, agregando que otro niño de su misma altura intentó salvarlo pero tampoco sabía nadar y los dos estuvieron a punto de perder la vida.
Sin embargo, luego de ser salvado le cogió temor al agua pero sabía que tenía que vencerlo aprendiendo a nadar. “Tiempo después del suceso mi papá me hizo una piscina de 15 metros en la casa, me enseñó a nadar y me convertí en salva vidas, mejorando mi presentación y también mi economía porque me pagaban por cuidar a mis primos y otras personas en las piscinas”, agregó el pionero de la natación paralímpica de Colombia.
William Jiménez llegó al deporte paralímpico al realizar su tesis de grado de la Licenciatura en Educación Física en Bucaramanga, formando las escuelas de iniciación deportiva en 1990 y desde allí, ha estado vinculado a los procesos deportivos de la liga local y nacional hasta el día de hoy. Por ende, pese a que en Santander encontró familia, casa, carro y beca, ahora trabaja para devolverle al departamento todo lo que le ha dado.
Sus primeros logros los realizó en 1975, mucho antes de que existieran las ligas, el Comité Paralímpico Colombiano y en general todo el auge del deporte adaptado en el país y gracias a ello, y a su arduo trabajo, se puede decir que es la base fundamental del sistema paralímpico que se percibe actualmente, en especial el avance de la Para natación cafetera.
A la fecha ha dirigido a deportistas que son íconos y grandes referentes del deporte. Entre ellos está el experimentado Moisés Fuentes, con quien estuvo por aproximadamente 20 años hasta los Juegos Paralímpicos de Londres 2012. Del mismo modo, Miguel Ángel Rincón, “el perro” Brayan Urbano y también su mamá, que fue selección Colombia; Paola Bohada, sus hijos, que fueron campeones mundiales; Nelson Crispín, y entre otros atletas que son la promesa y proyección de la natación paralímpica de la república.
Teniendo en cuenta lo anterior, su palmarés se caracteriza por ser el más extenso y prestigioso del país. Entre los logros que más destacan están las cuatro medallas de Nelson Crispín Corso en los pasados Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, las cuales le hicieron merecedor del premio Deportista del Año de El Espectador y Para Atleta del Año categoría Deporte Paralímpico en la gala de los Premios imPARAbles, y a Jiménez ganador del premio Entrenador del Año también en los Premios imPARAbles.
En su recorrido profesional deportivo ya ha obtenido todo lo que un entrenador quisiera alcanzar, como ser referente en la Para natación, ganar medallas en competiciones nacionales e internacionales, dejar huella en la máxima justa del deporte paralímpico y contribuir para que el sistema paralímpico crezca cada vez más. No obstante, aún el amor y cariño por sus funciones lo mantienen laborando en búsqueda de cumplir nuevas metas.
“Para mí el deporte paralímpico es un estilo de vida. Es una forma de ver el mundo en dónde todos somos iguales. En mi caso particular siempre he entrenado atletas del deporte convencional y paralímpico en la misma piscina. Les enseño con la misma pasión y cariño”, dijo.
Ante la duda de ¿cuál será su metodología y secreto de trabajo?Jiménez manifiesta que su filosofía no es especial, pero sí muy significativa. “Mi filosofía como entrenador es ser un acompañante de mis atletas en sus procesos de toma de consciencia, para que en el momento en que lo hagan generen todos los procesos deportivos de forma individual y se encuentren con su talento”, aseguró.
Ahora, tras un año complicado pero lleno de muchos éxitos, los objetivos principales están fijados en el Campeonato Mundial de Para Natación de Funchal, Portugal 2022 y los Juegos Paralímpicos de París 2024, donde él agrega que ‘‘el proceso debe ser de todo un país y de todas las ligas para conquistar todo lo propuesto’’.
Por otro lado, aparte de esforzarse en su trabajo, William Jiménez se esmera por compartir sus ratos libres con su familia. Incluso, su mayor sueño es disponer de más tiempo para disfrutar de la vida junto a sus seres queridos.
Por ello, en su finca está terminando de construir un spa ecológico, que estará dotado de saunas, jacuzzis, piscina, salas de masajes, cabañas y muchas cosas más, para que junto a todos sus allegados compartan y disfruten momentos de calidad. Igualmente, también para aprovechar el espacio con el objetivo de seguir potenciando a sus pupilos pequeños en la natación adaptada.
Esquivó la muerte para quedarse junto a todo un país que le agradece por sus méritos y ante las adversidades su elección es seguir cosechando atletas para contribuir con el mejoramiento del deporte paralímpico colombiano. ¡Grande William Jiménez!