‘‘Mi esposa quedó en graves condiciones luego de padecer cáncer de pulmón. Desde allí, supe el significado de tener una discapacidad y lo que eso implica. Sin duda, este suceso fue lo que más me motivó para continuar con el deporte paralímpico’’, afirmó el entrenador José Castro, luego de asegurar que la muerte de su cónyuge lo marcó en demasía, pero también le hizo amar la profesión que actualmente desempeña, la de entrenador de Paracycling.
José Gabriel Castro Medina, o ‘‘Chepe Castro’’, como le dicen sus allegados, es un entrenador y seleccionador de ciclismo paralímpico colombiano. Nació el 3 de diciembre de 1955 en Bogotá D.C., ciudad en la que actualmente reside. Junto a sus cinco hermanos mayores, y a sus padres Julio Castro y Blanca Sofía Medina, vivió la mayor parte de su vida en el barrio Santa Sofía, en la localidad de Barrios Unidos.
Junto a su ex esposa Marcela Gómez Rodríguez tuvo dos hijas. Por un lado, Laura Juliana, quien estuvo vinculada al ciclismo e incluso recibió una beca por parte de la UCI para ser parte del Centro Mundial de Ciclismo en Suiza; y por el otro, Maria Camila, que también fue parte del ámbito del deporte y es la menor de las dos. A sus 65 años de edad ya es abuelo de dos suizos-colombianos, pero los ve poco porque están radicados en Suiza junto a su primogénita.
Desde muy jóven estuvo interesado por el deporte, específicamente el fútbol. Tuvo la oportunidad de estudiar y jugar con ex futbolistas profesionales como Alfonso Cañón, ex jugador del Club Independiente Santa Fe; y Heberto Carrillo, ex jugador de Millonarios F.C. Sin embargo, no pudo jugar como profesional.
Tiempo después se interesó por el boxeo, pero tampoco logró adentrarse de manera profesional. Empero, el intento final fue con el ciclismo convencional. Comenzó a medirse en la disciplina como velocista desde 1976 en la Liga de Bogotá, y tras aproximadamente seis años de competencia su logro más destacado fue un tercer puesto en un campeonato distrital.
Compartió entrenamientos con el ex ciclista Álvaro Yamid Gómez y también, tuvo el privilegio de correr con Efraín Domínguez, Balbino Jaramillo, Corley Uribe y otros experimentados del ciclismo nacional.
Le dicen ‘‘Chepe Castro’’ precisamente porque cuando era atleta había un compañero que también se llamaba ‘‘José’’, por ende, su entrenador Jorge Tenjo Porras empezó a llamarlo de tal forma para poder diferenciarlos.
Años más tarde estudió Licenciatura en Educación Física en la Universidad Pedagógica Nacional. Luego de graduarse comenzó a trabajar en la Junta de Deportes de Bogotá y desde allí, ha estado muy cercano al ciclismo en general.
En 1983 dirigió por primera vez un equipo juvenil de ciclismo convencional. Así mismo, junto a Jorge Tenjo, hizo parte de varias competencias como segundo al mando de los reconocidos Lucho Herrera, Fabio Parra, Condorito Corredor y otros, cuando estuvieron en la conquista de Europa.
Más adelante, el bogotano se quedó con las inferiores del Café de Colombia, quienes corrían en Europa como ‘‘Los Cafeteros’’: ‘‘hicimos una labor buena, ganamos el Tour de Roussillon en Francia, el Giro de la Región en Italia y otros más, todos juveniles en esa época’’, aseguró.
En 1995 fue entrenador y seleccionador del equipo de Colombia para el Campeonato del Mundo que se hizo en Boyacá, dirigió la categoría de aficionados y allí tuvo su primera medalla de bronce en ciclismo convencional. De ahí en adelante, estuvo vinculado con la Federación Colombiana de Ciclismo como entrenador de atletas juveniles y mayores.
Realizó cursos académicos del ámbito deportivo en varios países como España, Argentina, Uruguay y en Colombia. No obstante, su especialización y conocimiento lo ha adquirido a través de la experiencia.
Su llegada al deporte paralímpico fue un suceso inesperado. ‘‘Un día estaba mirando unos deportistas en Barranquilla para sacar una selección para un panamericano, pero me llamaron del Comité Paralímpico Colombiano para que fuera a unas sordolimpiadas y acompañara a unos atletas a Taipéi, China. Resulté yendo y cuando finalizó todo me ofrecieron seguir en la disciplina. Aunque advertí que no sabía del tema a profundidad me dejaron y pues aquí sigo’’, indicó Castro.
Una vez llegó al Paracycling como entrenador se encontró con un proceso que apenas estaba iniciando. Gracias a su labor, al de su grupo de trabajo y al de otros miembros, cambió y mejoró la disciplina deportiva en cuanto al aumento de atletas, al rendimiento deportivo y la obtención de títulos, por lo que es catalogado como uno de los pioneros.
‘‘Cuando empecé en el Paracycling teníamos apenas 10 corredores en todas las categorías pero, a medida que avanzó el tiempo mejoraron las cosas gracias al trabajo conjunto con todos los miembros y el Comité. Hoy, contamos con aproximadamente 220 corredores inscritos y 50 con clasificación funcional, todos con licencia UCI’’, manifestó.
Actualmente, el profe Chepe junto a Héctor Julio Mayorga, Marco Tulio Ruíz y el empresario Jaime Silva, manejan las riendas del ciclismo paralímpico, siendo todos indispensables para el buen funcionamiento del proceso deportivo de los atletas.
Tras 12 años de permanecer en el Paracycling, figurando como entrenador y seleccionador junto a los mencionados anteriormente, ha destacado por obtener títulos importantes. Dentro de su palmarés resaltan las dos medallas de oro del atleta Álvaro Gálvis que ganó en el Campeonato Mundial de Ciclismo Roskilde, Dinamarca, en la categoría C2; y en el Campeonato del Mundo de Carolina del Sur, Estados Unidos.
Así mismo, con Carolina Munevar logró la medalla de plata en la categoría de ruta, en el Campeonato Mundial de Paracycling Nottwil, Suiza 2015. También, en 2017 obtuvo dos medallas de oro en el Mundial de Paracycling de South África con Nelson Serna y su guía Marlon Pérez, y Carolina Munevar.
Más tarde, con Alejandro Perea ganó dos medallas de oro en la categoría C2 y en el scracth en el Campeonato Mundial de Paracycling de Río de Janeiro, Brasil 2018. En 2019, de la mano de Diego Dueñas fue campeón del scratch en el Campeonato Mundial de Paracycling de Apeldoorn, Holanda.
En los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016, junto a todo su equipo de trabajo, obtuvo tres medallas de bronce con Diego Dueñas, en el persecución individual C4; Edwin Fabián Matiz, en persecución individual C5; y con Nestor Javier Ayala, en ruta T1-2. Para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 obtuvo dos bronces: uno con Diego Dueñas, en persecución C4; y el otro con Juan Betancourt, en T1-2.
Pese a los resultados obtenidos, su filosofía como entrenador es lo que más curiosidad genera, ‘‘uno tiene que pensar en lo que lo rodea, no solo en lo deportivo. Me gusta ser amigo, psicólogo, hermano y papá de los atletas, es decir, para mi es necesario saber cómo están ellos, con el fin de apoyarlos en lo personal. Si los deportistas están bien, el rendimiento va a ser mucho más evidente’’, explicó.
Del mismo modo, el bogotano evidencia el amor y entrega que tiene con el deporte paralímpico, añadiendo que ‘‘significa mi vida, me ha dado todo. Es el que me da para vivir bien, me ha dado reconocimiento y crecimiento en lo profesional y personal’’.
Ahora, los retos para el experimentado entrenador son llegar a los Juegos Paralímpicos de París 2024 con ocho ciclistas y obtener podio con la mayoría. Así mismo, uno de sus sueños es ganar sí o sí, una medalla de oro en una justa de esta magnitud. El otro anhelo, y el más apetecido, es ‘‘vivir tranquilo en una casita campestre por el resto de mi vida’’, agregó Castro.
Con respecto a sus tiempos libres el profe Chepe se dedica a viajar, conocer pueblitos, otros países y a compartir con su familia.
Aunque no brilló como atleta, sí lo está haciendo desde el banquillo, y pese a que sus años como entrenador no son fijos, aún queda mucho rato para el grande del Paracycling colombiano.