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Popularmente es conocido como el ‘caqueteño’, pues nació en Florencia, Caquetá el 8 de enero de 1997. Su nombre es Carlos Vargas y está destinado a ser uno de los grandes ciclistas colombianos que con sus carreras engalanen la pistas y rutas del mundo.
Desde pequeño se acostumbró a tener una vida rodeada de deporte, el ciclismo llegó a él para enamorarlo y de ahí no pudo salir. Pasó por el deporte convencional y logró competir en las categorías élite, sin embargo, un día su vida cambió de rumbo.
Transcurría el año 2017 cuando un accidente de tránsito lo enrutó a ser uno de los ciclistas con más proyección del Sistema Paralímpico en Colombia, “en el accidente quedó involucrada mi rodilla derecha, quedé con una molestia física y así fue que llegué a conocer el deporte paralímpico”.
Después del suceso, Carlos conoció gente que también le cambió la vida, un campeón mundial y uno de los máximos referentes de la Selección Colombia de paracyling le dijo que tenía todo el potencial para salir adelante y al verlo en muletas le dijo que jamás pensara en detenerse, “me encontré con Alejandro Perea, él me explicó lo que era este deporte y cómo podía comenzar a practicar”.
Después de ese encuentro, Vargas comenzó su historia en esta disciplina y los triunfos y participaciones fueron llegando hasta hacer parte de la Selección Colombia, lo cual define como, “un verdadero sueño”.
Este deportista es un soñador, esto le permite motivarse y saber que, “no hay que relajarse nunca, yo no me relajo y cada día sueño más, con ser más grande, ser mejor persona y pensar en quienes lo apoyan a uno, mi familia, mi abuelita que es la que me motiva día a día”, mencionó Carlos con contundencia.
Cuando comenzó su proceso nunca se imaginó que lo triunfos iban a llegar tan rápido, “corrí un campeonato del mundo y las cosas no se dieron como esperaba, pero después llegó la oportunidad de estar en Lima 2019, otra vez el chance de conocer un país, aprender más de las categorías internacionales y además la satisfacción de ganar dos medallas, una de plata y una de bronce”.
Hoy tiene un gran camino por recorrer y un futuro prometedor, vive el día a día y sabe que el proceso en el alto rendimiento es de constancia, mentalidad y disciplina, “las cosas se van a ir dando, el hecho de soñar no me desvela, sé que todos esos sueños no se cumplen en un día, al contrario, esto es todo un proceso y estoy dispuesto a vivirlo al máximo”.
Hay momentos en los que la vida pone obstáculos, estos para Carlos son “pasajeros” y precisamente quiere usar su historia para que las personas puedan salir de ellos, “me ha tocado muy duro, pero tener metas y sueños en la vida lo ayuda a uno a salir adelante, no rendirse y saber que la vida tiene dificultades cada día y no es fácil, pero uno tiene que enfrentarse a lo que sea”.
Por último, el ´caqueteño´ hace una invitación para que, así como él, logren enamorarse del deporte paralímpico colombiano, pues, “es muy bonito, donde hay personas enamoradas de esto, que sin importar el deporte que se escoja, esto es un ´relajo ‘cada día y los que están detrás de esto se lo gozan y son felices”, cerró.