El movimiento paralímpico en Colombia, importantes logros y grandes retos

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Stevens Ruiz Pérez
Entrenador de Para Natación

En las dos últimas décadas hemos sido testigos de cómo el deporte paralímpico colombiano ha tenido un importante desarrollo tanto en la esfera deportiva competitiva, como en su visibilidad social. Esta situación se corresponde con las dinámicas del movimiento paralímpico internacional, las cuales han promovido una conciencia global sobre la participación en la actividad física y el deporte competitivo para las personas con discapacidad (Blauwet & Willick, 2012).

Stevens Ruiz Pérez

Estos avances han estado acompañados también de importantes acciones desde el punto de vista jurídico, “Colombia es un Estado en el cual las personas con discapacidad gozan de una especial protección de sus derechos humanos en el marco constitucional y legal, la cual fue complementada y reforzada con la ratificación e incorporación al ordenamiento jurídico de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) en 2011” (Correa, et. Al. 2016).

Sin embargo, pese a lo anterior, y aunque han pasado casi quince años desde la promulgación de esta Convención por las Naciones Unidas, aún se puede referenciar su enunciado inicial que plantea que: “las personas con discapacidad siguen encontrando barreras para participar en igualdad de condiciones con las demás en la vida social y que se siguen vulnerando sus derechos humanos en todas las partes del mundo” (ONU, 2006).

Evidencia de esta situación nos la presentan los datos que indican que los niños con discapacidad tienen menos probabilidades que los niños sin discapacidad, de ingresar en la escuela, permanecer en ella y aprobar los cursos, evidenciando igualmente, peores resultados académicos (OMS, 2011) y que las personas con discapacidad tienen menores oportunidades de conseguir empleos con relación a las personas sin discapacidad y en muchos casos, se desempeñan en diferentes formas de trabajo informal. En este panorama, “las mujeres con discapacidad tienen una menor tasa de empleabilidad que los hombres con discapacidad” (González, 2019). Todo este panorama se presenta como una suma de variables que requiere un enfoque multidisciplinario que permita eliminar, o por lo menos disminuir las barreras culturales y estructurales que limitan el pleno goce de derechos a las personas con discapacidad.

Deporte paralímpico

El deporte, en todas sus manifestaciones, se ha consolidado como una efectiva herramienta para favorecer la inclusión social de personas con discapacidad. Esta afirmación encuentra gran soporte en las realidades del movimiento paralímpico, el cual se establece no sólo como el escenario de competencia de los deportistas del sector, sino que se ha convertido en un importante movimiento social en el cual los valores de coraje, determinación, igualdad e inspiración, se constituyen en su arquitectura conceptual.

La acción competitiva de los deportistas paralímpicos ha permitido generar nuevas y positivas relaciones sociales, generando espacios de reconocimiento, valoración, respeto y admiración por quienes evidencian altos niveles de destreza deportiva, más allá de la referencia al tema de la discapacidad. La Conferencia Internacional de Deporte Adaptado (2003) lo expresó claramente cuando planteó: “El Deporte Adaptado no tiene que llevar adjetivos: es deporte. El deportista paralímpico tiene el derecho a que se le reconozca la igualdad de trato deportivo, institucional y social”.

En este gran escenario de logros y retos a nivel internacional, es importante referenciar algunos de los temas que requieren atención especial en el futuro cercano para nuestro país.

Ampliar la cobertura de programas de actividad física, deporte y recreación para personas con discapacidad

La participación en el deporte de personas con discapacidad, como medio de bajo costo para fomentar la inclusión social y el bienestar de los vinculados a los procesos no es un concepto nuevo, sin embargo, es en las últimas décadas que se ha empezado a evidenciar y realizar todo su potencial (Sport for Development and Peace, 2008, p. 171). Los procesos deportivos de rendimiento deben servir para jalonar una amplia participación, más allá de lo competitivo. Se debe entender que la participación de las personas con discapacidad en la actividad física, la recreación y el deporte, cumple las mismas funciones que la práctica para personas sin discapacidad, en el sentido del fortalecimiento de la salud física y mental. Considerando las alarmantes cifras de sedentarismo de las personas con discapacidad (Rimmer, J. Marques 2008), se hace necesario que se generen opciones de práctica para prevenir enfermedades producto de la falta de actividad física, peor aún, cuando esta situación se complementa con hábitos inadecuados de alimentación.

Para Atletas

Existe amplia evidencia sobre cómo la actividad física y el deporte actúan de manera positiva no sólo sobre el organismo de las personas con discapacidad, sino que adicionalmente, ejercen una importante influencia sobre la autoestima, imagen corporal, empoderamiento, motivación, hechos que se reflejan en una mejor calidad de vida (Sport for Development and Peace, 2008). Se suma a este aspecto, el hecho de que, gracias a la práctica deportiva, las personas con discapacidad logran rangos de movimiento y destrezas que pueden aplicar en situaciones de su vida cotidiana, logrando así mayor independencia y autonomía, hecho que genera bienestar y mejores relaciones interpersonales (Blauwet & Willick, 2012).

Es importante mencionar que, si bien es claro que en las últimas décadas se han generado avances importantes en esta materia a nivel mundial (y nacional), también lo es el hecho que aún existe una oferta insuficiente de programas de deporte adaptado y falta mucho por hacer en cuanto al tema de barreras físicas de los escenarios deportivos (Kiuppis, 2018), se suman a este panorama las frecuentes limitaciones en los accesos, zonas de vestieres y baños, para el caso colombiano.

Aumentar la participación de mujeres con discapacidad en la arena competitiva

En este espacio es importante recordar que las mujeres con discapacidad a menudo experimentan una doble discriminación en función de su género y discapacidad. Las mujeres con discapacidad presentan bajos indicadores de actividad física y por lo tanto mayores índices de afectación de salud causados por enfermedades relacionadas con el sedentarismo, una triste referencia indica que “el 93% de las mujeres con discapacidad no participan en el deporte y las mujeres representan solo un tercio de los atletas con discapacidad en las competiciones internacionales” (ONU, 2020). Se requiere entonces estimular y garantizar la participación de mujeres con discapacidad en los programas de actividad física, deporte y recreación, con el objetivo de contribuir con la salud y calidad de vida.

Una revisión del tema nos muestra que la participación de las mujeres en el deporte paralímpico ha ido aumentando desde la primera versión de los Juegos en 1960.

Tabla 1

A nivel nacional igualmente, se ha observado un aumento en la participación de mujeres en la esfera competitiva. En la última versión de los Juegos Paranacionales se registró un incremento del 33% (445-595) con relación a los Juegos del 2015, pero se evidenció que aún existe una gran diferencia entre el número total de participación de hombres (2.465) frente al de las mujeres (595). Un tema importante a considerar aquí es que en la rama femenina fue en donde más se observó el fenómeno de las “pruebas caídas” en el marco de los Juegos, puesto que de las 328 pruebas convocadas no se realizaron 185, correspondientes a un 77%, debido al “incumplimiento de mínimos en todo el proceso de desarrollo de cuatro años” (CPC, 2019).

Tabla 2

Por otro lado, se observa igualmente un incremento en la participación de mujeres en las selecciones nacionales a Juegos Parapanamericanos, como lo ilustra la tabla 2, al igual que el porcentaje de participación en Juegos Paralímpicos ilustrado en la tabla 3.

Tabla 3

Los datos demuestran un importante progreso en esta materia, pero de igual manera, las cifras confirman que aún falta un largo camino por recorrer para poder expresar (y evidenciar) que en Colombia el tema está en la agenda de urgencias del sector. Es aquí fundamental recordar las palabras de Khalida Popal, importante activista por los derechos de la mujer, quien nos recuerda que no se trata solamente del derecho de las mujeres a participar en el deporte, sino de su derecho a participar plenamente en todas las esferas de la sociedad y el deporte se establece entonces como una ruta para tales fines (Ruiz Pérez, 2018).

Incentivar la participación de deportistas con categorías bajas

La actividad física se presenta como un factor importante en el mantenimiento de la salud de las personas con lesión medular, así como también para el mantenimiento de un óptimo funcionamiento orgánico (Galea, 2012). Considerando que algunos deportes fueron diseñados para fomentar la participación de personas con discapacidades severas, es fundamental que se generen dinámicas que incentiven su práctica y que permitan la participación amplia de aquellas personas que por su condición presentan grandes dificultades para su desempeño deportivo y social.

Cabe aquí mencionar el progreso de la boccia y del rugby en silla de ruedas, ambas disciplinas que consideran la participación de personas con altas limitaciones funcionales y adicionalmente, ambos deportes mixtos, es decir, que hombres y mujeres compiten en igualdad de condiciones. Pese a que en la última versión de los Juegos Paranacionales se mantuvo el número de regiones participantes en el torneo de boccia (14), con relación al 2015, se ha observado un aumento significativo de jugadores a nivel nacional. Por su parte, el rugby hizo su debut en los Juegos con 47 participantes representantes de cuatro (4) regiones con dos mujeres inscritas (solamente una participó). Es importante mencionar aquí la necesidad de atender igualmente la participación de deportistas en categorías bajas en Para natación para evitar el fenómeno de “pruebas caídas”.

Para Natación

Se entiende que son los deportistas de categorías bajas quienes presentan mayores dificultades de movilidad y funcionalidad, y por lo tanto quienes requieren mayores apoyos para su inclusión en las dinámicas del deporte, por lo tanto, es aquí en donde el sistema debe actuar generando medidas que inviten y garanticen su vinculación. Los datos presentados se constituyen en un positivo indicador en esta ruta, pero aún distan mucho de las cifras esperadas.

Disminuir la brecha de participación entre las regiones

Si bien es claro que la responsabilidad del desarrollo deportivo regional recae en las organizaciones departamentales, también lo es el hecho que se requieren acciones de carácter nacional que contribuyan a disminuir las grandes diferencias de participación en actividad física, deporte y recreación de todas las personas con discapacidad del país. Esa brecha de participación, en el escenario competitivo, que con frecuencia se relaciona (y equivocadamente se justifica) con la diferencia en desarrollo económico entre las regiones, debe cerrarse permitiendo una participación amplia y equitativa. Una de las causas de esta situación es que, tristemente, en algunas regiones se continúa considerando el apoyo a las actividades recreo-deportivas para personas con discapacidad más como un compromiso moral con “esas personas”, que como una responsabilidad inherente de la administración pública, la cual debe ser garante del pleno uso de derechos para todos.

En la tabla 4 se observa la gran diferencia de participación numérica entre los departamentos en los pasados Juegos Paranacionales.

Tabla 4

En este aspecto tampoco es aceptable el cliché de que “en el deporte convencional ocurre lo mismo”, por el contrario, podría ser este el momento en el cual el deporte paralímpico se consolide como uno de los campos que contribuya a disminuir la diferencia de participación deportiva entre los diferentes departamentos. En este mismo escenario se debe considerar también la diferencia numérica de deportistas de las diferentes discapacidades en el marco de los Juegos. La tabla 5 evidencia las diferencias de participación por sectores de discapacidad en la última versión de los Juegos Paranacionales. El estudio de las cifras, y el análisis de las causas, se constituyen en insumo importante para la toma de medidas que contribuyan a mejorar esta situación.

Tabla 5

Para finalizar

El deporte paralímpico, en todas sus manifestaciones, se ha convertido en una efectiva herramienta para la inclusión social de personas con discapacidad. Colombia ha logrado importantes avances tanto en la implementación de programas basados en deporte, como en su representación deportiva internacional. Sin embargo, aún falta mucho para que logremos la consolidación de la idea del deporte que soñamos y merecemos.

Julio Cesar Avila

Los retos están claros y nos corresponde a todos los que estamos vinculados al deporte paralímpico, de manera institucional, profesional o personal, generar aportes significativos para que tengamos un deporte con un mayor nivel competitivo y para que haya una mayor cantidad de personas con discapacidad practicando actividad física, deporte y recreación, como medio para fortalecer los procesos de inclusión social y contribuir con su bienestar, pero sobre todo, como forma de considerar la posibilidad de una sociedad más justa y participativa para todos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Blauwet, C., & Willick, S., (2012). The Paralympic Movement: Using Sports to Promote Health, Disability Rights, and Social Integration for Athletes With Disabilites. American Academy of Physical Medicine and Rehabilitation. Vol. 4. 851-Noviembre.

Comité Olímpico Español/Fundación Andalucía Olímpica. (2003). Conferencia
Internacional Sobre Deporte Adaptado. Málaga, España.

Comité Paralímpico Colombiano. 2019. Informe de Juegos Paranacionales. Bogotá,
Colombia. CPC.

Correa Montoya, Lucas y Castro Martínez, Marta Catalina., (2016). Discapacidad e inclusión social en Colombia. Informe alternativo de la Fundación Saldarriaga Concha al Comité de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad. Editorial Fundación Saldarriaga Concha. Bogotá D.C., Colombia. 162p.

Galea, MP., (2012). Spinal cord injury and physical activity: preservation of the body. Spinal Cord. 2012 May;50(5):344-51. doi: 10.1038/sc.2011.149. Epub 2011 Dec 13.

González, Sthepanie., (2019, diciembre 3). El trabajo decente para las personas con discapacidad. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Recuperado de:
https://blogs.iadb.org/trabajo/es/trabajo-decente-para-las-personas-condiscapacidad/

Kiuppis, F., (2018)., Inclusion in sport: disability and participation. Sport in Society. Vol 21, No 1, 4-21. Faculty of Education and Social Studies, Lillehammer University College, Lillehammer, Norway. Recuperado de: https://doi.org/10.1080/17430437.2016.1225882

Organización Mundial de la Salud (OMS). (2011). Informe mundial sobre la discapacidad. Ginebra, Suiza. OMS

Organización de Naciones Unidas., (2006). Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. Nueva York. Naciones Unidas.

Organización de Naciones Unidas (2020). Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. Discapacidad y Deporte. Recuperado de:
https://www.un.org/development/desa/disabilities/issues/disability-and-sports.html

Rimmer, J. Marques, A., (2012). Physical activity for people with disabilities. The Lancet, Vol.380 Nº.9838. P.193-195. Pelotas, Brazil.

Ruiz Pérez,S., (2018). Cartilla para deportistas. Proyecto Sport Power. Bogotá, Colombia. Arcángeles.

Sport for development and peace. International working Group (2008). The Power of Sport for Development and Peace: Recomendations to governments. Toronto, Canadá.

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