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Cristian Amaya es un bogotano de 29 años, quien desde hace algunos años se dedica a practicar rugby en silla de ruedas y gracias a esta afición y a su disciplina, logró una medalla de bronce en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015 y en los de Lima 2019.
Cuando Cristian tenía diecisiete años recibió un disparo en el cuello por resistirse al robo de su bicicleta y de su celular, las consecuencias de este incidente lo llevaron a una profunda depresión, de la cual salió cuando decidió asumir el reto del deporte paralímpico con el apoyo de su familia. Llegó al deporte por su compañero Charly Neme, quien le insistió y lo motivó para practicar rugby en silla de ruedas, hasta que lo logró. Cristian se enamoró de este deporte y a ahora afirma que “me gusta el deporte de contacto, por la adrenalina que siento”.
Esa misma adrenalina que lo obliga a prepararse para cada partido con esfuerzo y dedicación. De las competencias en las que ha tenido la oportunidad de participar, la que más recuerda es la medalla que ganó en los Parapanamericanos de Toronto 2015, porque además de ser una meta cumplida, le mostró qué tan lejos puede llegar gracias a esta disciplina.
Aunque sus expectativas eran altas, cuando Cristian inició en el deporte paralímpico esperaba llegar a ser Selección Colombia de Rugby en silla de ruedas tan pronto, y menos, obtener los logros que ha conseguido hasta ahora. Por eso ahora, con mayor motivación planea seguir llenando de orgullo a su mamá con más y mejores triunfos cada día.
En todo momento la motivación de Amaya es su familia, en especial su mamá, en la que piensa siempre antes de cada competencia, pues es ella quien lo apoya en sus viajes, en los diferentes eventos deportivos y siempre está pendiente de él y de lo que pueda necesitar. Cuando viaja, su mamá está en su mente y corazón.
“Siempre hay que seguir. por más difícil la situación, hay una salida para los problemas”, estas son las palabras que Cristian desea compartir con los seguidores del Comité Paralímpico Colombiano, pues tiene claro que, aunque en ocasiones sea necesario iniciar de nuevo, es mejor seguir luchando, y una de las mejores formas de hacerlo es el deporte.