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Nació en la capital de Colombia en el año 1995 y ha forjado su vida para ser una campeona. María Angélica Bernal Villalobos, tenista que tiene el honor de ser número uno de América y la número trece en el ranking mundial.
Esta atleta convirtió su discapacidad (carencia de miembro, pierna derecha) en la fórmula para ser una de las mejores deportistas paralímpicas en América.
Con la sonrisa de ‘oreja a oreja’ que la caracteriza, María se ha convertido en un ejemplo para los jóvenes y ha demostrado ser fuente de disciplina, “mi papá es deportista y siempre trató de involucrarme, hoy agradezco cada consejo y cada vez que me motivaba a realizar algún deporte”.
La bogotana se probó en distintos deportes como patinaje y voleibol, pero a los once años su vida cambió y conoció el tenis en silla de ruedas, “me invitaron a informarme sobre el deporte adaptado y que podía tener la oportunidad de practicarlo a nivel profesional, viajé a los dos meses a Argentina y quedé campeona en la categoría junior, me entusiasmé y decidí entrenar mucho más”.
Como presagio de éxito, Bernal, escogió el tenis con tan solo once años y hoy, esa decisión ha sido de las mejores en su vida, pues con veinticuatro años, ya cuenta con trece de experiencia, en los que ha estado en dos versiones de Juegos Paralímpicos y en tres juegos Parapanamericanos. En la versión más reciente, Lima 2019, se consagró campeona en individuales y subcampeona en dobles.
Precisamente, toda esta trayectoria ha estado acompañada de las personas que ella más quiere, “mi familia y mis entrenadores me motivan día a día a ser mejor, soy una persona muy cercana a las personas que me rodean, me gusta estar con ellos y trabajar cada día para darles muchas alegrías”, dice la campeona cuando le preguntan sobre sus motivaciones.
El tenis le ha dado muchas alegrías, pero nunca se anticipa a nada, las medallas y los resultados no le quitan el sueño pues sabe que, “el deporte es como la vida, nunca tienes que esperar para tener algo, sino que debes trabajar y luchar por tenerlo”, bajo esta máxima compite María Angélica.
La tenista afirma y cree en que el trabajo nunca traiciona y por eso invita a todos a que veamos de otra forma el deporte paralímpico, “el trabajo y la exigencia de un deportista siempre lo van a llevar al éxito y nosotros nos esforzamos y trabajamos igual que todos, con la única diferencia de que tenemos una discapacidad, pero el trabajo es igual, la felicidad es la misma, simplemente mi silla de ruedas es el complemento de mis piernas”.
Ahora, la deportista buscará estar en el octogonal de las mejores tenistas en silla de ruedas del mundo, para poder lograr el sueño de ganar un Grand Slam y llegar a los Juegos Paralímpicos de Tokio como siembra de grupo y poder llegar más lejos.
María Angélica Bernal es ejemplo de resiliencia y trabajo duro, por esto es imPARAble y orgullo nacional.