Euclides Grisales, un Para atleta agradecido con el deporte y entregando todo en él

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Euclides Grisales

Euclides Grisales, referencia en la Boccia a nivel nacional, nació en Florencia, Caquetá, el 22 de septiembre de 1989. Cuando cumplió dos años, junto a su mamá se mudó a Buenaventura, Valle del Cauca, lugar en el que creció y vivió hasta sus dieciocho años. 

Grisales vivió su niñez en un constante proceso de adaptación, ya que su discapacidad ha sido progresiva, “caminé más o menos hasta los 12 años y luego hice la transición a la silla de ruedas”. Este cambio fue algo complejo, su familia no contaba con los recursos suficientes para obtener una silla de ruedas, así que su proceso inició en un “carrito de balineras”, una tabla de madera con ruedas de hierro. 

“Nosotros vivíamos en una vereda llamada Gamboa, algo retirada de la parte comercial, era complicada la accesibilidad porque las calles eran en piedra”, contó Euclides, mientras recordaba que en esa momento no contaba con teléfono ni internet, y la televisión funcionaba con antena de aire. De esta manera recuerda vivir su niñez, junto a su familia, sus hermanos, tíos y su madre.

Cuando Euclides era pequeño no tuvo la oportunidad de estudiar, sobre esto contó que “más o menos hasta los 15 años no estudié, hasta que una profesora de la vereda me dio la oportunidad de estudiar en la noche. Aunque el traslado era difícil a la casa, empecé a estudiar a los 16 años, cuando ingresé a tercero de primaria”. El tiempo pasó y años después pudo entrar a la escuela en el horario de mañana, hasta que se mudó a Cali entre los 18 y 19 años, para vivir con su tía. 

Euclides Grisales

Y es en Cali, en el 2009, cuando el Sistema de Transporte Masivo Integrado de Occidente – MIO, aún era una novedad, donde por casualidad, conoce a Camilo Ortega, su actual entrenador. Euclides menciona que “una tarde mi mamá dijo: ‘vamos a montar en el MIO’, y cuando íbamos más o menos por el estadio, se subió Camilo. Yo reconocía deportistas, pero nunca había escuchado del deporte adaptado. Él se subió y se quedó mirándome, hasta que se acercó y se presentó”. Camilo Ortega, entrenador de la selección Valle de Boccia, además de presentarse, le mostró el Boccia a Euclides.

Euclides Grisales

“Él cargaba un juego de Boccia, un poco de pelotitas, que yo no entendía muy bien. Me invitó a practicar, yo fui a los días y me explicaron todo el juego”, cuenta Euclides. Fue así como en marzo de 2009, Grisales comienza a entrenar. Un mes después de esto llegó su primer campeonato, en el que ganó una medalla de bronce individual y una de oro en parejas. 

Así es como Euclides encontró en el Boccia la ruta para vencer sus miedos y llegar al éxito. Su técnica, su entrega y su dedicación hicieron que empezara a brillar muy rápido en esta disciplina, consiguiendo varios títulos tanto individuales como en equipos

En el 2013, ya haciendo parte de la Selección Nacional de Boccia, logró su primera participación a nivel internacional al representar a Colombia en la Copa América de este deporte, realizada en Kansas, Estados Unidos. El primer gran triunfo para su carrera en la Selección llegó en 2015 en los Juegos Parapanamericanos de Toronto. El premio a su esfuerzo y trabajo lo llevaron a colgarse una medalla de plata en el podio de una de las competencias más importantes a nivel mundial para este deporte.

Su diagnóstico no es claro, “a ciencia cierta no hay algo escrito por un médico, pero por el conocimiento que he obtenido a nivel deportivo, por las características, se acerca a una Charcot-Marie-Tooth, que es una enfermedad que afecta el desarrollo de los nervios y los músculos en los miembros inferiores y superiores”, afirma Euclides. Este Para atleta ha demostrado desde el inicio que su talento, precisión y entrega no conocen dificultades para cumplir sus objetivos.

Euclides Grisales

Esos mismos que lo motivan a lograr más, a representar el departamento que lo adoptó desde niño, a llenar de triunfos a los vallecaucanos que creyeron en él y al país que confía en sus habilidades, es la mejor manera de mostrar su agradecimiento al deporte que le ha brindado tantas oportunidades. “Me desarrollo como persona, aclaro mis objetivos y es lo que me motiva. Además, escuchar el himno de mi departamento y mi país me llena de orgullo. El desafío es estar día a día entrenando”, comentó Euclides.   

Euclides Grisales

Todos los días se levanta motivado, con las ganas de representar su país y demostrar que Colombia tiene grandes Para atletas, así como él contó, “cuando inicié, los otros países lo miraban como uno más del montón, sin nivel, en pocas palabras, nos miraban como por encima del hombro. Ahora nos ven como un rival que respetan y deben estudiar antes de las competencias”, por eso Euclides se prepara al cien por ciento, corrige errores, ve sus ventajas y mantiene claros sus objetivos.

Todas sus competencias han sido esos escalones en una pirámide para llegar a ser quien es, sin dejar de soñar, formándose cada día para ser mejor. Euclides Grisales envía un mensaje a todos los amantes del Boccia y a aquellos que han permitido que algunos obstáculos obstruyan sus sueños: “tengan claro lo que quieren lograr en su vida, siempre se van a presentar impedimentos en el camino, pero está en cada uno, en sus metas y objetivos, porque esos son la clave. Lo que te desvela, lo que te hace madrugar, esos sueños son los que te harán luchar por seguir adelante. Nada es imposible, todo se puede lograr, teniendo claro lo que se quiere”.  

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