Por: Julio César Ávila, Presidente Comité Paralímpico Colombiano y de las Américas.
Nadie puede negar que el 2020, además de ser un año atípico, fue una temporada en la que el mundo quedó privado de competencias y sin la posibilidad de ver a los Para atletas entregarlo todo por su región o país. Lejos de pensar que fue un año malo, el 2020 sirvió para reflexionar, sentar cabeza e imaginar un regreso triunfal del deporte que nos emociona a todos, el aislamiento permitió a muchos dirigentes, entrenadores y Para atletas, reubicar ideas y sentar las bases de un futuro lleno de metas por cumplir.
Sin duda alguna, el 2021 representará un año de esfuerzos y retos en los que el trabajo en equipo hará que el Sistema Paralímpico Colombiano y de América salga a flote. Para nadie es un secreto que la pandemia dejó un saldo negativo en materia económica y no sólo en Colombia, en todos los países del mundo habrá efectos colaterales a raíz de la crisis, el deporte no está exento, pues el gobierno es la principal fuente de financiación de los Comités Paralímpicos Nacionales y con la afectación seguramente vendrán muchos eventos cancelados y otras actividades pospuestas.
La economía será, sin lugar a dudas, el principal reto para que el deporte paralímpico pueda subsistir, ya que después de la crisis, muchos países tendrán que volver a construir sobre las bases, teniendo espacios que no son idóneos para el desarrollo de algunos deportes.
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Sin embargo, si hay algo que el deporte paralímpico tiene, es que es de carácter ascendente y como el ave fénix, que renace de sus cenizas, siempre encuentra cómo levantarse, lo hicimos en Londres 2012 y en Río 2016, eventos por los que nadie apostaba y al final, terminaron dejando puntos tan altos como los millones de estrellas que, bajo el nombre de “discapacidad”, lograron emocionar al mundo del deporte.
Con esto no solo digo que la economía post pandemia será un gran reto, porque al final, siempre lo ha sido, nuestro deporte, como está en crecimiento, siempre ha tenido carencias de inversión privada y demás problemas con los que, en la mayoría de los casos, hemos salido victoriosos, porque la pasión y el coraje nos llevan a cumplir las metas.
El año entrante viviremos retos en todos los aspectos, los Para Atletas tendrán una exigente agenda preparatoria, muchos de los deportes no tienen a sus clasificados a Tokio completos, por lo que tendrán que prepararse el triple, no sólo para recuperar la forma física después de un 2020 de entrenamientos en casa, sino que la parte mental jugará un papel muy fuerte en la obtención de resultados.
Cada Para atleta deberá dar lo mejor de sí, como siempre lo han hecho, pero esta vez poniendo un poco más, porque nadie podrá negar que la preparación en 2020 desde casa no fue la misma.
En el caso de los espectadores, nos tendremos que acostumbrar, por lo menos por un tiempo, a no poder ver a los atletas competir desde las tribunas de los escenarios deportivos, en las gradas no habrá tantas voces de aliento, pero como el ser humano es cambiante al final, nos adaptaremos para volver más fuertes.
Otro aspecto relevante son los protocolos de bioseguridad, que para todos deberán ser casi una religión, siguiéndolos y acatando las normas es la única manera en la que nos cuidaremos, este es el único camino para que volvamos a estar todos juntos y para que podamos reencontrarnos con el deporte.
Para Atletas, dirigentes, entrenadores, médicos y hasta periodistas tendrán que vivir una nueva realidad para desempeñar su labor en el ámbito deportivo, pues las prácticas, por lo menos en un tiempo, no volverán a ser las mismas, pero al final y como lo dije anteriormente, servirán para renacer entre las cenizas.
Este año nos enseñó a cambiar, a unirnos y sobre todo, a valorar, así que el mensaje que envío para Colombia y América es a unirnos, a disfrutar y lo más importante, a no descansar ni un día para retomar y en muchos caso reconstruir las bases que veníamos creando, estamos a tiempo para mejorar, para cambiar y para lograr que el deporte paralímpico siga creciendo, vamos por buen camino y estamos en la mejor época, porque si de algo que estoy seguro es que del “boom” paralímpico nadie se va a querer quedar por fuera.
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