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El diecisiete de mayo de 1990, nació en la capital de Colombia Diego Germán Dueñas Gómez, un ciclista que ha trabajado por cumplir cada uno de sus sueños, derribando las barreras para convertirse en un deportista integral, que actualmente es el mejor del mundo en la modalidad pista, categoría C4. Sin embargo, antes de llegar a la cima, Diego logró convertir su proceso en la historia de un campeón.
“Desde muy pequeño respiraba deporte, fui patinador y le dediqué ocho años de mi vida, recuerdo mi infancia llena de actividad, comencé en el Club Bacatá, esos fueron mis inicios y esa fue mi base deportiva”, recuerda el para ciclista al hablar de sus primeros pasos en el deporte.
Precisamente, el patinaje movía las fibras de Diego, que iba a entrenar con un objetivo claro, llegar a lo más alto del deporte. El rumbo de su destino era diferente al que se imaginaba, después de una caída en un entrenamiento la vida le cambió, y le ha enseñado que cuando se quiere cumplir un objetivo, no hay excusa que valga.
“En esa caída me fracturé las piernas, eso fue hace once años. A raíz de eso perdí la movilidad en mis tobillos y gracias a eso llegué al deporte paralímpico, comencé mi proceso en la bicicleta como opción de vida en ese momento y a través de los años esa elección se convirtió en pasión, amor para hacer deporte”.
Después del accidente Diego se reinventó, comenzó un nuevo proceso que le permitió probarse en otro deporte y en 2011 participó en los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara, arrasó en la contra reloj individual y ganó una plata, en persecución individual fue bronce, estos triunfos le dieron la confianza que necesitaba en ese momento y esto lo impulsó a seguir creciendo como ciclista, después, los frutos de su trabajo fueron llegando uno a uno.
Motivado por sus padres y sus hermanas, Diego consiguió unos años fructíferos en los que participó en Juegos Paralímpicos, campeonatos mundiales, exploró y aprendió técnicas y mejoró sus carreras, construyendo una base que más tarde lo llevaría a ser el número uno del mundo en el ranking de la Unión Ciclística Internacional (UCI).
“Mis padres siempre me han apoyado, incluso en los momentos más críticos, yo no sé cómo hacían, no tengo ni idea, pero aquí están los resultados de todo su esfuerzo, mis hermanas, ellos y yo somos una familia de soñadores y campeones”, afirma con orgullo Diego.
La resiliencia de Diego lo ha llevado a ver más allá, las mieles del deporte son efímeras, por eso hay que saber dirigirse. Esto lo entendió a la perfección e hizo de Diego Dueñas su marca, su sello con el que quiere lograr más que una imagen, “la idea es posicionarnos mucho más en el deporte colombiano, la cultura en el deporte paralímpico todavía no está direccionada, por eso yo busco cambiar el chip a muchos colombianos y que se den cuenta de que los deportistas paralímpicos no conocen la discapacidad y también se ponen el uniforme de Colombia y hacen sonar el himno”, menciona el número uno del mundo al hablar de su marca.
A través de este distintivo, Diego busca enamorar a los colombianos con productos que sean de su sello, de los cuales busca primero, cimentar las bases: “será algo muy personal, el primer paso es lograr que nos conozcan más, para poder llegar a vender algo hay que darse a conocer, en eso trabajo y eso lo logro con mis resultados deportivos. La espera valdrá la pena”.
Trabajo, preparación, motivación y ganas, eso tiene el número uno del mundo, quien deja todo en competencia para llevar a lo más alto el nombre de Colombia en cada escenario que pisa, por eso envía un mensaje a todos los colombianos, “enamórense del deporte paralímpico, en Colombia hay solo una bandera, un solo deporte y créanme que nosotros trabajamos día y noche para conseguir nuestros logros, con las mismas ganas y la misma motivación de hacer sonar el himno nacional en todas las partes del mundo”.
Ahora, Diego se alista para competir en los Juegos del Bicentenario y representar a Colombia, pero el reto máximo estará en Tokio 2020, la competición en la que todos quieren estar, su sueño, que aunque será difícil, a él lo motiva saber que tiene que demostrar su experiencia en la pista o en la ruta y que el mundo verá en acción al número uno.