#HistoriasCPC
José David Vargas Piraján nació en Bogotá, la capital del país, el 14 de abril de 1984, deportista de Para Tenis de mesa, fue el vencedor del Campeonato Nacional Interligas de Tenis de Mesa Paralímpico que se realizó en el marco del Festival de Verano en 2018.
Vivió su niñez encantado por la escuela, y aunque a muchos madrugar no les gusta, David asistía en jornada diurna, “levantarse temprano, desayunar, ir a clases, salir al descanso y jugar con mis compañeros fue mi manera de vivir diferentes actividades deportivas y por eso no le veía problema a madrugar”, comentó al respecto David. Un niño extrovertido y aplicado, amante de la lectura y los deportes, lo que él completa diciendo: “he sido deportista desde que tengo uso de razón, más exactamente desde los 6 o 7 años”.
Su discapacidad se presentó cuando tenía 11 años, en el desarrollo de su pubertad, “empecé a experimentar ciertos cambios en mi cuerpo que no me permitían vivir el deporte de la misma manera”. David, al ser amante a los deportes, practicaba fútbol, baloncesto y voleibol, y cuando se manifestó su discapacidad le prohibieron seguir practicándolos. Pero esto no fue un obstáculo para él, “en el colegio al que asistía, en la época del bachillerato, un profesor del colegio me invitó a jugar tenis de mesa. Yo le dije que era muy difícil, pero él me decía que lo que tenía que hacer inicialmente era aprender a pegarle a la bolita y pasarla al otro lado de la malla”, dijo Vargas recordando el momento con una sonrisa.
Para el 2004, cuando David terminó su bachillerato, ya era amante del tenis de mesa y se dedicó un año completo a entrenar este deporte sin ser aún un Para atleta, “era deportista de un club, no sabía que existía el deporte paralímpico”, afirma. Fue un año en el que con esfuerzo y ganas, cultivó ese amor por el tenis de mesa que lo mueve cada día, “gracias a eso, el entrenador de uno de los clubes me invitó a hacer deporte de alto rendimiento. Yo me sorprendí, ya que creía que para personas con discapacidad no había. Él me dijo que conocía al entrenador de la Selección Bogotá de tenis de mesa y que si quería hacer parte de ella él me lo presentaba”.
Luego de presentar las pruebas o “casting” como David lo llama, fue en septiembre del 2005 que llegó a la Liga de Tenis de Mesa de Bogotá y empezó su proceso en el deporte Paralímpico. Desde ese momento inició su preparación para llegar a los Juegos Parapanamericanos Río 2007.
Su diagnóstico médico es una parálisis cerebral infantil, por lo que tiene comprometida parte de su movilidad, “mi parálisis no se dio desde el nacimiento sino durante la etapa de la pubertad, durante ese tiempo empecé a perder el equilibrio, la coordinación, la estabilidad. Debido a esto mi madre tuvo que llevarme al médico para ver qué sucedía, fue en el Hospital Franklin Delano Roosevelt donde los médicos me diagnosticaron una parálisis cerebral que estaba afectando mis miembros inferiores y mi parte motriz”.
En lugar de afectarlo, este diagnóstico motivó a David para llegar a ser campeón nacional con tres preseas doradas, medallista Parapanamericano en Guadalajara 2011 y Toronto 2015, y vencedor del Campeonato Nacional Interligas de Tenis de Mesa Paralímpico que se realizó en 2018. En cada presentación lo motiva el reto, el trabajo, la dedicación, la entrega y esas ganas inmensa de superarse a él mismo, para él lo importante es “superar lo que soy yo, porque cada vez que entro al campo de juego, a la mesa, mi reto soy yo mismo. Ser mejor de lo que fui hoy, mañana y de lo que he sido en cada paso”.
Para superarse, tiene claro que su preparación es lo más importante, la divide en tres partes clave que juegan un papel importante en el momento de la competencia: el factor psicológico, el físico y el técnico, “el más importante es el psicológico, porque se trabaja la concentración, imaginación y el trabajo emocional. De acuerdo con esto, me enfoco previo a una competencia con actividades de concentración, también de imaginación, donde me visualizo jugando. Sobre todo, trabajo la parte emocional, porque en cada presentación puede desencadenarse una situación que me haga una mala pasada”.
En sus factores contempla también la parte física, la cual trabaja con un entrenamiento enfocado en la velocidad y la reacción, para estar acondicionado físicamente y con el peso adecuado. Por eso su preparación física comprende trabajos de auto cargas, reacción, agilidad, fuerza y flexibilidad para mejorar el punto de equilibrio de su cuerpo. El último factor es el técnico que genera la estructura y las herramientas para llegar a una competencia en el punto más alto de rendimiento.
Con esa misma disciplina logró culminar su carrera en Ciencias del Deporte y Educación Física en la Universidad de Cundinamarca, uno de sus objetivos más preciados.
Sin duda, otro de sus logros que lo ha marcado de manera positiva fue obtener la medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara en 2011, “en esa ocasión tuve que trabajar en las dos cosas a la vez, estudiar y entrenar, fue algo complicado para esa época. Con mucho esfuerzo pude salir adelante con las dos cosas, hoy en día doy gracias por eso, porque me hicieron crecer como deportista y como ser humano”.
Con esto, David Vargas demuestra una vez más qué significa ser imPARAble, y se despide dejando un consejo a todos los seguidores del Comité Paralímpico Colombiano y a todos aquellos a los que se les ha presentado alguna dificultad en la vida: “nada en este mundo es duradero, si hay situaciones en las que se les presente algún obstáculo o alguna situación, son cosas que pasan y no son permanentes, todo es un ciclo y es necesario trabajar muy fuerte por aquellas cosas que se quieren. Si se tiene un anhelo o un por qué trabajar, las cosas se van a dar y generarán un fruto, porque esa dedicación va a tener su premio”.
También te puede interesar:
Euclides Grisales, un Para atleta agradecido con el deporte y entregando todo en él