‘‘Era 2013 y me llamaron para ocupar el puesto de metodólogo nacional de Para Atletismo. No fue fácil tomar la decisión pero al final opté por aceptar. Fue algo que marcó mi vida. La responsabilidad era aún más grande; dejé a un lado el proceso que tenía con el Valle, me alejé de mi familia y salí de mi ciudad para llegar a Bogotá D.C. con un nuevo reto. Eso marcó un antes y un después en mi carrera’’, aseguró Alonso Mina, uno de los entrenadores de Para Atletismo más destacados del país.
El 31 de octubre de 1980 en Buenaventura, Valle del Cauca, nació Alonso Mina Garcías, entrenador pionero del Para Atletismo colombiano. A sus 41 años ha sido responsable de diversos títulos de dicha disciplina, estando bajo el mando de algunos atletas de talla internacional.
Su familia está conformada por su esposa y una hija de 8 años, junto a ellas reside en la ciudad de Cali. Desde muy joven se mudó al departamento del Guaviare y allí pasó gran parte de su vida adolescente. Tanto él como su familia se vieron afectados por las problemáticas que han golpeado a Colombia durante varios años, el conflicto armado interno y el desplazamiento social. Sin embargo, no fue razón suficiente para que el vallecaucano se rindiera y siguiera con sus sueños.
A muy temprana edad le apasionó el deporte, tanto así que terminó siendo deportista de atletismo convencional en las categorías de los 100 y 200 metros. ‘‘Eran los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y vi participar a un atleta de salto largo, me gustó tanto que desde allí me empezó a interesar el atletismo’’, afirmó.
Como atleta representó al Guaviare en Juegos Nacionales en dos oportunidades. No obstante, no pudo consolidarse en el deporte convencional y únicamente logró títulos a nivel universitario.
Estudió el pregrado de Profesional del Deporte en la Escuela Nacional del Deporte y realizó una especialización en Teoría y Metodología en Entrenamiento Deportivo en la misma institución educativa.
En 2007 culminó su carrera profesional y comenzó a trabajar en Indervalle como monitor. Para el 2008 se vinculó como entrenador deportivo y no imaginó todo lo que hasta hoy ha conseguido. Una vez entró al deporte paralímpico, la exigencia fue inmediata, ‘‘nos vincularon pero, nos dijeron que si no mostrabamos resultados nos iban a sacar’’, dijo Mina, aclarando que su inicio no fue flexible.
‘‘No teníamos la mínima idea del paralimpismo, pero nos entregamos de corazón y alma. Al final logramos cumplir los objetivos y ahora llevamos más de una década en el proceso de Para Atletismo’’, indicó el vallecaucano.
Dentro de los puestos laborales que ha desempeñado resaltan el de monitor de Atletismo y Patinaje de Carreras convencionales, juez de Hockey sobre Patines, monitor, metodólogo, seleccionador y entrenador departamental y nacional en la disciplina de Para Atletismo.
Hasta el momento ha podido estar presente en tres Juegos Paralímpicos. El primero fue el de Londres 2012, siendo seleccionador; el segundo fue Río 2016, figurando como metodólogo; y el tercero fue Tokio 2020, con el rol de entrenador. Allí, dirigió a cinco Para atletas en el equipo nacional, teniendo como resultado una medalla de plata y una de bronce con Faisury Jiménez; y tres diplomas paralímpicos con Buinder Bermúdez, Kathy Hurtado y Dixon Hooker.
También, ha sido parte de cuatro Mundiales de Para Atletismo. El de Lyon 2013 como seleccionador, en Doha 2015 como metodólogo, en Londres 2017 como entrenador, donde ganó sus primeras medallas de bronce y plata; y en Dubai 2019 también como entrenador, logrando medalla de oro. Además, ha sido parte de logros a nivel nacional estando involucrado como coordinador, metodólogo y entrenador de Para Atletismo.
Su buen rendimiento en los diversos roles que existen dentro de un equipo de trabajo deportivo es un todo un secreto, del Mina compartió un poco diciendo que ‘‘El secreto es consolidar un buen trabajo en equipo, donde la armonía sea primordial para obtener resultados’’, manifestó. Y es que el entendimiento y cooperación en equipo son fundamentales para conseguir objetivos en el deporte paralímpico, no solo depende del entrenador, del metodólogo o del atleta, sino de todos los miembros.
‘‘Siempre he tenido presente pensar en qué me faltó a mi para llegar hasta aquí, y con ello, me pongo en disposición para darle a los atletas, futuras generaciones y a todo el equipo de trabajo lo que yo no tuve. Por tal motivo me entrego al 100% con los atletas. Me levanto muy temprano, me acuesto muy tarde, me mantengo pendiente de todas sus necesidades’’, indicó, añadiendo que la perseverancia, disciplina, entrega y el trabajo en equipo son sus ejes primordiales.
Con respecto a su filosofía como entrenador aseguró que ‘‘es poder brindarle a los atletas todos las herramientas y componentes tanto físicos, técnicos, tácticos, psicológicos, médicos y entre otros que son necesarios para que puedan disputar y hacer sus actuaciones ante los mejores del mundo, con el fin de que se sientan en igualdad de condiciones’’.
Desde que se vinculó como entrenador tuvo el reto de buscar a los atletas y su gran labor lo ha consolidado. Bajo su mando, y en conjunto con otros entrenadores, han pasado deportistas como Elkin Serna, Mauricio Valencia, Maritza Arango, Edison Duque, Martha Hernández, Diego Meneses, Faisury Jiménez y entre otros, tanto medallistas como algunos que no han ganado reconocimientos.
Para Alonso Mina el deporte le cambió la vida, puesto que ésta había sido bastante compleja en el pasado; ‘‘Desde que inicié en él sentí que era lo que necesitaba y para lo que verdaderamente había nacido. Me volví muy comprometido e iba más allá’’, afirmó.
Así mismo, agregó que el significado del deporte paralímpico es ‘‘el camino que transforma vidas. Nosotros vinculamos a deportistas en condiciones de desventaja social y otras muy evidentes. Les ayudamos a tal punto de transformarlos, convirtiéndolos en líderes y ejemplos para sus mismas familias o personas en general’’.
Ahora, el reto principal para el entrenador es seguir creciendo en cuanto a la cantidad y calidad de atletas, con el fin de que sigan regalando alegrías. Uno de los objetivos es continuar por la misma senda para que el Para Atletismo colombiano siga creciendo.
‘‘La tarea es pensar en París 2024 e incluso en 2028, obvio sin dejar atrás las demás competencias’’, aseguró.
Por ende, su principal sueño es poder consagrar a uno de sus atletas con una medalla de oro en unos paralímpicos y obtener un récord personal.
Por otro lado, como no todo es trabajo, en sus ratos libres el profesor Mina aprovecha para montar bicicleta, mirar entrenamientos de otras competiciones como natación o patinaje; disfrutar de series con su familia, pasear y conocer los lugares de Colombia que tanto ha planeado disfrutar.
El trabajo por hacer es bastante y Alonso Mina Garcias tiene el objetivo claro para seguir posicionando al Para Atletismo colombiano a nivel internacional. ¡Del Valle para el mundo!