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El boccia se juega de forma individual, por parejas o equipos, en una pista rectangular en la que los jugadores tratan de lanzar sus bolas lo más cerca posible de la pelota blanca que sirve de objetivo. Una de sus representantes más destacadas en el país se llama Leidy Chica.
Chica nació en Cali, la capital de la salsa, el 8 de junio de 1990, crecer en una ciudad con una vida cultural muy activa y unos ritmos musicales que le han dado fama en todo el mundo, convirtió a Leidy en una mujer alegre, llena de energía y determinación, entendiendo su discapacidad, distrofia muscular, como una oportunidad.
Su niñez estuvo llena de sonrisas, se divertía pasando tiempo con sus amigos, jugaba a saltar la cuerda, “la lleva”, practicó patinaje entre otras actividades, una pequeña inquieta, con mucha energía para dar. Fue así que llegó al deporte paralímpico, por su hermano Edilson Chica, “él estaba asistiendo a citas con un fisioterapeuta que le habló del deporte que podía practicar, se lo explicó, por eso él fue, cuando él inicia a entrenar le habla al entrenador sobre mí”, El entrenador Camilo Ortega y Leidy organizaron una cita para que ella conociera el deporte, desde ese momento quedó enamorada del boccia.
Desde el amor que tiene por su deporte se motiva para representar de la mejor manera a su Valle del Cauca y sobre todo a su país, llenando de logros a su familia, dándole alegría y orgullo a su hijo. Esta razón la lleva a levantarse con la determinación de prepararse tanto física, técnica y psicológicamente, “siempre trabajando de la mano con mi entrenador, analizando a los contrincantes antes de cada encuentro”.
En su trayectoria deportiva y de la mano de su hermano, ha llenado de triunfos y medallas a su familia y al país, una medalla de oro en parejas en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, una medalla de plata en la Copa América de Boccia en Sao Paulo, Brasil y también ha obtenido oro en los Paranacionales. La plateada que recibió en Brasil se convirtió en su logro más representativo ya que le otorgó un cupo a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Leidy Chica aprendió que cada quien labra su futuro, sus metas y toma la decisión de caer o levantarse, por eso se despide no sin antes dejar unas cortas palabras a todos los que leen su historia, “la vida está llena de obstáculos, depende de cada uno tener el valor de salir adelante, no hay nada más satisfactorio que poder superarlos y sentirse orgullosa de todo lo que podemos lograr”.
Así es la historia de una mujer soñadora que competencia a competencia se demuestra a sí misma que solo se necesita pasión y corazón para ser una verdadera imPARAble.