HistoriasCPC
La palabra campeón lo describe, aunque él sabe que llevar ese título no es nada fácil. Nacido en el departamento de Antioquia, Alejandro Perea Arango ya cuenta con una innumerable medallería, que ha recibido gracias a su tenacidad, resiliencia y el amor por su verdadera pasión, el paracycling.
En seis años que lleva practicando este deporte le dan la libertad a Alejandro de afirmar que ya ha marcado la diferencia y que cuenta con un buen puñado de triunfos en su historial.
Su camino en el deporte paralímpico comenzó con fines médicos, pues tras un diagnóstico de displasia epifisiaria múltiple, la bicicleta se convirtió en su mejor amiga y en un método de terapia que le garantizará, que a largo plazo, sus articulaciones no se atrofien totalmente.
Arango, quien lucha cada día contra el dolor físico, en muchas ocasiones agudo, asegura que el deporte le cambió la vida y afirma siempre dar su cien por ciento “a mí me motiva competir y sentir la adrenalina”, dice el antioqueño.
Precisamente, es gracias a su pasión por el ciclismo paralímpico, que Alejandro se prepara constantemente y da lo mejor de sí mismo en todos los sentidos, “he trabajado fuerte, con entusiasmo y me exijo al máximo. No es una labor fácil, requiere de muchos sacrificios”, dice el atleta colombiano que se prepara para competir en el mes de agosto en los Juegos Parapanamericanos en Lima.
Al preguntarle por sus sueños, Alejandro es breve y se enfoca en lo que será su presentación en los Parapanamericanos, “sueño con ese momento, por eso es que entreno a diario sin bajar los brazos”, asevera el deportista que, desde ya, proyecta sus objetivos al próximo Mundial de Pista que se llevará a cabo en Holanda.
Por ahora, más allá de sumar éxitos, Alejandro buscará pasar a la historia, “yo quiero que me recuerden como una persona feliz y que entrega todo por su deporte y por su país”, dice Arango, quien finaliza recalcando que las discapacidades están en la mente y que se vuelven obstáculos solo para aquellos que quieren verlas de esa manera.