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Disledy González es uno de los jugadores más destacados de la Selección Colombia de rugby en silla de ruedas, su tenacidad lo ha llevado a convertirse en un referente del equipo y gracias a su pasión por el deporte ha cumplido grandes sueños en su vida, la cual comenzó en Samaná, Caldas en 1983.
Con 36 años y 6 de ellos en el deporte paralímpico, ya conoce los grandes escenarios del quad rugby mundial y día a día ratifica que lo suyo siempre fue el deporte.
A los 30 años de edad era instructor de capoeira, le apasionaba la práctica de los deportes extremos y un día en una presentación su vida cambió para convertirse en un referente del deporte paralímpico colombiano, “me encontraba en una presentación y en el momento en el que tenía que hacer un giro, lo hice mal y caí de cabeza al piso, ahí se generó mi lesión”.
Precisamente, en procesos de rehabilitación con Teletón, encontró la forma de seguir activo en el deporte y al ver la rudeza con la que se juega rugby, supo que ahí seguiría escribiendo su destino, “me encantó, siempre he practicado deporte extremo, entonces ver que el rugby tenía las cualidades que me gustaban, decidí comenzar”, comenta Disledy al recordar sus inicios.
Para este jugador, esta disciplina mueve su vida, “significa emoción, adrenalina, pasión y familia”.
Esto último hace parte activa de la motivación de un deportista y Disledy encuentra en sus dos hijas y su madre el motor, “sin dudarlo, Estefanía y Sofía son lo que más me motiva, siempre las tengo presente y me ayudan a dar lo mejor de mí”.
Con 10 y 13 años, sus hijas le trasmiten seguridad antes de un viaje o una gran competencia, “ellas son las que están más pendientes del proceso que llevo y se sienten orgullosas de que represente al país, me ven jugar por televisión y van a entrenamientos, se montan en la silla y comienzan a chocar, esto les gusta a ellas también”.
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Ganar un bronce en Lima fue una gran emoción para el caldense, llegar a un repechaje y darlo todo por el equipo es una motivación más para seguir su gran historia en el deporte.
“Ahorita hay buenas sensaciones, por supuesto es frustrante porque no se logró el objetivo final que era clasificar, pero si hablamos de cerrar brechas, le ganamos a países que nunca le habíamos ganado y yo sé que si seguimos entrenado de la forma en la que lo estamos haciendo, llegaremos a disputarle las medallas a esas grandes potencias”, mencionó sobre el proceso de la Selección.
Por último, Disledy quiere dirigirse a todas las personas que en algún momento han tenido una dificultad, “siempre hay que seguir adelante, uno muchas veces piensa que la vida se le acaba y que cuando hay un problema hasta ahí llegó todo, pero hay que saber que de lo malo que le pasa a uno siempre hay algo bueno”.